Es todo un clásico, pero si aún queda un ser terrestre que no conozca el famoso mito sobre la muerte de Paul McCartney se lo vamos a explicar. El pasado viernes se cumplían 44 años de la separación de The Beatles y sacar los trapos sucios de la banda no está mal de vez en cuando
El nombre de esta personalidad no sería otro que el de Paul McCartney, la relación entre los componentes de The Beatles era cada vez más tensa por la corrupción del éxito y aquel día la pelea fue gorda. Pues bien, ante tal desgracia, el manager de la banda fue el encargado de llevar el caso. Tras un análisis de la dentadura de Paul, ya que su rostro quedó desfigurado, convenció a la policía para que todo se mantuviera en secreto y así poder sustituirlo.
William Campbell sería el gran elegido para la aventura, el que supuestamente es el Paul McCartney actual. Aún así, la perfección no existe, y Campbell no era la recreación exacta del ex Beatle. El nuevo componente era diestro y dado que McCartney era zurdo tuvo que someterse a un duro entrenamiento para aprender a tocar la guitarra de esta forma.
Los rumores empezaron a rondar por los medios, comenzaron a crearse portadas de revistas del accidente. El público asustado no sabía si creer al grupo o a los informadores. Se empezaron a analizar minuciosamente las nuevas imágenes de Paul y aparecían diferencias por todos lados. Debido a la expectación, el grupo decidió jugar con esta anécdota en sus discos y algunos hablan de la inserción de mensajes ocultos en sus obras.
En la portada de Sgt. Pepper’ Lonely Hearts Club Band, Paul aparece con una mano abierta sobre la cabeza que algunos ven como un mensaje de su muerte. Curiosamente, en la deMagical Mistery Tour es el único vestido de negro. Pero, la que más polémicas ofreció fue la de Abbey Road, donde se habla de un cortejo fúnebre, presidido por Lennon como predicador, con un Paul descalzo y descoordinado con respecto a sus compañeros.
Todas estas historias no hacen más que aumentar la leyenda de su muerte, puedes creértela o no. Esto no quita que el McCartney actual siga creando joyas musicales como su New del pasado año. Si alguna vez nos cruzamos con él habrá que preguntarle que opina de todo esto, aunque de las veces que le han sacado el tema seguro que no le hace mucha gracia.
FUENTE: http://www.esquire.es/
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